Informe de Estabilidad Financiera : noviembre 2020
Fecha de publicación
2020-11Idioma del documento
spaResumen
Desde el último IEF publicado en mayo 2020, el escenario externo relevante para Paraguay ha permanecido complejo dado el deterioro de la economía global y, en especial, el de las economías de los países vecinos, a consecuencia del impacto generado por la pandemia del COVID-19. A su vez, las perspectivas de crecimiento han sido revisadas a la baja para las economías emergentes y en desarrollo desde la última publicación del informe. En cuanto a los precios de las materias primas, se ha observado un incremento en la mayoría de los commodities agrícolas, lo cual impactaría positivamente en la economía paraguaya. Sin embargo, el aumento del precio del petróleo contrarrestaría el efecto en los términos de intercambio, al ser importadores netos de dicho producto. La incertidumbre global se ha atenuado bastante debido a los importantes avances en los tratamientos y en los desarrollos de vacunas, al tiempo que, las condiciones financieras internacionales han mejorado a través de una menor percepción de riesgo hacia las economías de la región.
En el ámbito doméstico, la actividad económica y la demanda se deterioraron significativamente durante el segundo trimestre, particularmente en el mes de abril, a raíz de la implementación de confinamientos estrictos como medida sanitaria preventiva para la contención de la pandemia de COVID-19. Ante dicha coyuntura extraordinaria, las políticas impulsadas por el Gobierno Nacional para apoyar a los sectores más afectados y reactivar la economía, sumado a la serie de medidas adoptadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) para resguardar la estabilidad monetaria, la estabilidad del sistema financiero y el funcionamiento del sistema de pagos, han contribuido a atenuar el impacto negativo. En tal escenario, desde el último IEF, la solvencia se ha mantenido en niveles superiores a los requerimientos regulatorios y la disponibilidad de liquidez ha aumentado en concordancia con las facilidades de liquidez puestas a disposición de las entidades. De manera similar, las medidas excepcionales que otorgaron flexibilidad para la reprogramación de créditos han generado un incremento de la cartera renegociada, al tiempo que la rentabilidad del sistema financiero ha disminuido. En el periodo reciente, la mayor apertura de la economía por la flexibilización de las medidas de aislamiento ha contribuido a obtener mejores resultados en los indicadores económicos de corto plazo en el tercer trimestre1 . No obstante, persiste el riesgo de que ante un aceleramiento de los contagios sea necesario implementar nuevas medidas de confinamiento. Hacia adelante, el sistema financiero enfrenta el desafío de seguir asegurando el flujo de crédito, manteniendo los niveles de capital y liquidez en niveles adecuados, incluso en un escenario hipotético en que la capacidad de repago de la deuda de los hogares y empresas pueda permanecer deteriorada por más tiempo.
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