El 21 de mayo de 2013 el entonces presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, realizaba un anuncio imprevisto por el mercado: las medidas de estímulos que habían sido implementadas para contrarrestar los efectos recesivos de la crisis global podrían comenzar a reducirse a finales de ese mismo año. El sorpresivo anuncio desató una fuerte volatilidad en los mercados financieros, principalmente de los emergentes. Estas economías vieron como sus monedas se depreciaban fuertemente frente al dólar, el diferencial de tasas de interés que debían pagar con respecto a los bonos del tesoro americano (el llamado riesgo-país) aumentaba considerablemente, los mercados de valores sufrían una caída abrupta y los flujos de capitales revertían su dirección y migraban de vuelta a los países avanzados…